sábado, 4 de julio de 2009

Gog: las obras maestras de la literatura

Así no dan ganas de leer nada más:

«Huestes de hombres, llamados héroes, que se despanzurraban durante diez años seguidos bajo las murallas de una pequeña ciudad por culpa de una vieja seducida; el viaje de un vivo en el embudo de los muertos como pretexto para hablar mal de los muertos y de los vivos; un loco hético y un loco gordo que van por el mundo en busca de palizas; un guerrero que pierde la razón por una mujer y se divierte en desbarbar las encinas de las selvas; un villano cuyo padre ha sido asesinado y que, para vengarle, hace morir a una muchacha que le ama y a otros variados personajes; un diablo cojo que levanta los tejados de todas las casas para exhibir sus vergüenzas; las aventuras de un hombre de mediana estatura que hace el gigante entre los pigmeos y el enano entre los gigantes, siempre de un modo inoportuno y ridículo; la odisea de un idiota que, a través de una serie de bufas desventuradas, sostiene que este mundo es el mejor de los mundos posibles; las peripecias de un profesor demoníaco servido por un demonio profesional; la aburrida historia de una adúltera provinciana que se fastidia y, al fin, se envenena; las salidas locuaces e incomprensibles de un profeta acompañado de un águila y una serpiente; un joven pobre y febril que asesina a una vieja, y luego, imbécil, no sabe siquiera aprovecharse de coartada y acaba cayendo en manos de la policía.»

Giovanni Papini, Gog, capítulo 'Las obras maestras de la literatura'

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y el pasito patrás es todo lo que es retroceder pos..

Matías Pailos dijo...

es curioso: genera el efecto de un Wilcock comprimido (lo que ya es mucho decir).
A este se lo saltean cada vez que se habla de metaficción y precursores del posmodernismo. Una injusticia, evidentemente.

EuFoRBicA dijo...

Pucha...
Ni lo uno ni lo otro sino que todo lo contrario...

Celine la de la película poh!!!

Anónimo dijo...

Eso es lo que se enseña a los adolecentes en clase literatura, a desechar sin consideracion los grandes clasicos de la literatura, insultando a los personajes que han hecho a genereaciones de lectores delicados, el que traten a Rascolnicov de inbecil, las reflexiones existenciales de Fausto como vulgares "peripencias" y a madamme bovary de provinciana aburrida...

Adios a la delicadesa y hola al embotamiento intelectual