lunes, 26 de marzo de 2007

La biblioteca o yo

Si Perec pensaba al escritor como un mero «ordenador de palabras», ¿qué habría dicho de un bibliotecario? Las innumerables posibles configuraciones que ella puede soportar, y en todas hay algo subterráneo que en mi caso —en mi biblioteca— excita la imaginación dado su misterio.
No es de ningún modo casual que en la estantería “filosófica”, Ser y tiempo esté rodeado, por un lado, de la Metafísica y por el otro del Poema de Parménides.

(Habría que pensar al tratado filosófico duro y árido como simples ficciones. Que en la contratapa de la Fenomenología del espíritu aparezca: «novela de equivocaciones: en un viaje de reconciliación consigo, el protagonista conoce a todos los fantasmas que le precedieron, sucediendo hilarantes situaciones. Finalmente el protagonista logra encontrarse, simplemente para volver a perderse.» O en la Metafísica: «Rupturista novela de anticipación: el protagonista, escindido por efecto de las drogas, consigue elevarse a las altas esferas de la percepción que le permiten el acceso a la verdadera esencia de las cosas.» Es imaginarse a Aristóteles en un viaje lisérgico junto a Hofmann. ¿Qué dirían la Crítica de la razón pura o De la gramatología?)

Un poco más arriba, un monigote metálico que toca un saxo, custodia Jazz blanco de Ellroy, y a Fernando Vallejo, Kierkegaard (Diario de un seductor), y A sangre fría, Plegarias atendidas y los Cuentos completos de Capote. Más lejos se amontonan el Archipiélago Gulag, Poe (con varias ediciones de sus Narraciones extraordinarias), El hurgón mágico de Coover y Acostarse con la Reina de Topor.
Más cerca de la tierra están los tomos de Lovecraft, cuál más leído más temido y más prestado. Algo similar se puede decir de la “sección Tolkien” y de la saga de Las crónicas de Narnia. Por ahí también cogitan en silencio los dizque infantiles Papelucho de la fascista Marcela Paz: primeras lecturas. Drácula le chupla el pescuezo a Fiador Mijailovich y a Flaubert (Bovary gime, pero finge).
¿Por qué está Heródoto junto a Jodorowsky? Es más explicable, o menos idiota, que se toquen los lomos Rulfo, Cortázar, Felisberto Hernández (Las hortensias) y Sábato. Pero luego sigue el despelote mezclando a Breton, Wilde y varios de Sir Arthur Conan Doyle. La conjura de los necios está cerca de Perec y Shakespeare, que a su vez roza al Hidalgo Quijote y a Homero. Y cerca Zweig y Pessoa, pero yéndose.
Bajo ellos, hay algo similar al orden o la coherencia. Entre Apuleyo y el Arcipreste de Hita, se sostienen Dante y Baudelaire, De Rokha y Rimbaud que tienen entre sí a cientos de poetas de lengua inglesa recopilados en hojas de biblia.
Bajo Mistral está la sección de los libros grandes. Ése es su único criterio. Se acomodan 2666 junto a Moby Dick que soporta un tomo de las Obras completas de Borges. Bajo ellos está Kafka y Manhattan Transfer de Dos Passos. Al lado, verticales, se importunan varios (demasiados) de Balzac, Rayuela e Imagen de John Keats de Cortázar, Hugo, Tolstoi y El juicio final de Papini. Proust está por otros lados. Joyce en mi mochila. Y los varios Diálogos platónicos a la salida de mi habitación.
Aira flota mientras Puig chilla.
Junto a la estructura que se llama biblioteca, hay un alto de treinta libros de Salvat esperando un lugar que tardará en llegar. Tras ellos, un cartel metálico y pesado de vialidad que reza: SOLO RESIDENTES.

Imagino escribir esto en el preciso momento en que veo a mi biblioteca más bella que nunca. Porque aquella mañana, para poder mirarla, debía posar primero los ojos en tu espalda desnuda.

3 comentarios:

Confundido dijo...

Salgado, solo distan entre vos y yo los años (tiempo de lectura; nada irreconciliable).
Siempre pensé arrancarle las tapas al "Mito de Sísifo" de Camus y graparle otras que aseveraran:
locuaz novela de humor negro, frente a la cual protagonista y lector no tendrán boleto de regreso a la conciencia de la conciencia.
Te adelantaste al comentario (también existe alguna intersección entre tu y mi -por lo pronto- escuálida biblioteca); de allí la empatía.

Antonio

PDT: Deja de fusilar minas con aquello de “Imagino escribir esto en el preciso momento en que veo a mi biblioteca más bella que nunca. Porque aquella mañana, para poder mirarla, debía posar primero los ojos en tu espalda desnuda”. No te podes hacer las cosas tan fácil Salgado… fuera de eso corres el peligro de que caiga hasta yo. Fatídicas y hermosas líneas.

salgadoboza dijo...

Cervantes: lo mejor de todo, es que fusilo a la chica que ya me ama a rajatabla. Vos no estás en ningún jodido plan. Excepto si me quieres donar tus libros.
Abrazos.

Anónimo dijo...

me parece de muy mal gusto hablar de Jazz sin nombrar a Boris Vian........aunque el resplandor de aquella descripcion de "tu" Aristóteles....esa figura....ese fragmentado orden que dio causa y produjo motor (pasando por el efecto y la observacion de los distinto fenómenos)(entregando ousia)(categorizando)(no plegandose al paro de la orden pitagórica, por la vaja de salarios.....¿es que a caso no es ese su sonido?, ¿escuchas o es que tu oido sólo lee?.
¿S es p o P es s?
Will Smith. (No el cachureos)