Notas a Dormir al sol
- es apresurada, impulsiva, un torbellino y un torrente textual que sin ser la manida stream of consciousness, arrastra al lector al vórtice preparado por Bioy Casares.
- La pasividad de Lucho (el protagonista) es equiparable a la del primitivo frente al
devenir de la naturaleza, o en general, de todo lo que se presente como
enigma. Su ignorancia permite que le embauquen sin que él se aperciba,
más que como una cierta posibilidad, dado el extraño escenario en que se
mueve: "rememoro esos últimos días (...) donde todo el mundo (...)
persigue algún increíble propósito de maldad".
- "Todo es humillación. Uno se resigna a ser deficiente, como los sinvergüenzas". Diario de la guerra del cerdo.
- Dormir al sol
es arena movediza, un vértigo que se alimenta de la ignorancia y la
especulación. "Cuadros de una pesadilla en progreso", podría ser
perfectamente su subtítulo. Para el lector, lentamente se van despejando las dudas, se va mostrando el claro al que conduce el texto, pero incluso así lo hace de manera soterrada: como dejando caer pistas en lugares inverosimiles, como esconder el cadáver en la habitación más iluminada. Ante esto, se les va la vida a los protagonistas en especular respuestas increíbles ante las situaciones bien peculiares que se les presentan. Dice Nevers en Plan de evasión: "Me había confiado tantas suposiciones disparatadas, que ahora, ante algo verosímil, quería aclarar las cosas".
- "iba a decirle que yo no tenía secretos, pero de pronto me pareció que el secreto estaba en ella y me asusté". Dormir al sol
- "yo miraba las cosas como quien las recuerda. O tal vez como un hombre que se despide". Dormir al sol
- O la pasividad del protagonista es la del "hombre que se despide"
desde el primer momento en que sus ideas previas estallan o se
desvanecen ante la nueva evidencia, el nuevo orden de cosas. Uno en el
cual él es incompatible por lo que debe marcharse, despedirse de la
razón progresiva e irremediablemente. En la misma medida en que en
Diario de la guerra del cerdo hay un ambiente tenso en que todos saben
de la batalla subterránea, acá cualquier suceso puede llevar al protagonista al colapso o provocarle nada en particular. Quizás la mayor locura se de en la cotidianidad. "El que se asusta, se enoja" dice en Una muñeca rusa.
- El cuento "Bajo el agua" es origen en más de un sentido de la novela de Aira Embalse. Con precisión, la obra de Bioy Casares nutre en más de un sentido, la de Aira. Me parece tan evidente una vez leídos ambos, que no diré nada más: baste la constatación.
- "mi relato prueba, me parece, que digo la verdad sin preocuparme de quedar bien". Dormir al sol
- Dormir al sol
se emparenta con La invención de Morel y también con Plan de evasión,
como si se tratase de un arco argumental dentro de un plan superior, y
anterior. Rondan entre ellos los temas del encierro prácticamente
irreversible, la psicología y los tratamientos para modificar la
conducta indeseable, la técnica aplicada a lo anterior, y por sobre
todo, una cuestión formal que en la narración emerge como una tensión en
la cotidiana regularidad de las cosas. Existió un orden y se le anhela,
extraña y desea de vuelta haciendo lo indecible si fuese necesario.
- En Plan de evasión el pelele Nevers se debate entre cuestiones menores, se enreda en galimatías espirituales propios de pusilánimes. Los ancianos de La guerra del cerdo se aferran a viejas glorias, apelan al respeto nada más que basados en convenciones harto vacías. El protagonista de los ingenios de Morel es un observador propiamente tal: su pasividad no acaba incluso poniéndose él como objeto de observación.
"En los momentos peores, la vida parece una representación, con unos
pocos monigotes que repiten siempre el mismo número". Dormir al sol
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